sábado, 4 de agosto de 2012

la bruja convertida en lobo y herida

Mi madre es de Lima, pero de pequeña iba al pueblo de Cañete, a ochenta kilómetros de Lima, porque su madre tenía una casa allí. Y un día nos contó que una vecina del pueblo, una vieja, le había pedido a una supuesta bruja que vivía allí que le hiciese daño a un vecino. Entonces, la bruja, a las doce de la noche, dice que se convirtió en un lobo, y fue a hacer el daño a este hombre, atacándolo, con la intención de matarlo. Este hombre estaba en la puerta de su casa, fumándose un cigarro, cuando en eso vio a un lobo que se le iba encima. Y, por inercia, cogió un palo para defenderse. Y ese palo se fue incrustado en la pierna del lobo, y éste se fue huyendo. Al día siguiente de eso, el hombre fue a la tienda del pueblo y contó a los pueblerinos de allí lo que le había sucedido, que había sido atacado por un lobo, o por un zorro. Los vecinos le dijeron que eso era muy raro, porque no hay lobos ni zorros allí; decían que habría sido un perro. Pero ese hombre conocía a todos los perros del pueblo, porque era un pueblo pequeñísimo, con sesenta habitantes. Al salir de la tienda, dicen que vio este hombre a la bruja, que ya sabía la gente en lo que ella se transformaba. Y lo que le sorprendió a este hombre fue que vio a la mujer cojeando de la misma pierna izquierda que fue en la que él incrustó el palo al lobo.

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